Chaco & Salta, unidos por el pulgar

Escrito por Mar

Ahí estábamos con toda la emoción pegada a la piel. Era el día D, la mañana del lunes 22 de julio de 2013, cuando partiríamos a dedo, por primera vez, hacia Salta Capital, desde Castelli, Chaco. Hay una primera vez para todo, y esa era la nuestra para el pulgar arriba. Nos levantaría alguien? Pasaríamos la noche al borde de la ruta 9? No teníamos ni carpa, asique… serían las estrellas nuestro techo? Había una sola forma de saberlo… y nos mandamos al acecho.

Casteret_1Era temprano, bah, eran eso de las 9 ya, no tan temprano, como hubiésemos sabido luego. Al principio fue raro, estaba nerviosa y Nacho igual, incómodo más que yo quizá (siempre me caractericé por ser un poquito más caradura, cuando la necesidad existe). Había decidido intentarlo, había regresado a mis 8 años y tenía que subirme a la calesita. Entonces, me guardé la vergüenza en el bolsillo de mi reluciente mochila (desde ahora, Amazonía), me acomodé a 1mt del borde de la ruta 9, como quien no quiere la cosa y cuando me dí cuenta, ya había activado el movimiento perpendicular del brazo derecho, hasta la conocida posición de «llevame, plis», aparentemente mis pies tenían ganas de moverse, y esperanza de que un campesino castelense, se detuviera al paso. Habíamos leído bastante al respecto de las técnicas para hacer autostop y seguimos casi al pie de la letra los consejos de algunos viajeros expertos, que fueron una muy buena base para animarse e intentar desvanecer los mitos que existen al respecto.

CasteretAl principio estaba dura, como maniquí en vidriera. Pero con el pasar de los minutos, chistes burlones de por medio, me fui relajando, y la sonrisa fue apareciendo. Esa sonrisa infaltable, infalible, inédita e inundada de felicidad. Una felicidad ridícula, nueva, contagiosa y divertida. No sabía que pasaba, pero me encontré muy despierta, con todos los sentidos puestos en ese momento, con un objetivo muy claro: debía lograr que alguien frenara. Entonces expandí los horizontes, y siguiendo los consejos leídos, saludaba a la gente, les sonreía con todos los dientes, hacía el clásico ok con el pulgar, insinuando un Todo bien, te entiendo, gracias igual!, a los paisanos que nos marcaban que doblaban a unos pocos km, que por eso no nos llevaban…. que si no… Y como uno nunca sabe cuando a alguien puede carcomerle la conciencia y volver… lo intentaba todo. Los minutos seguían pasando, ahora era una mezcla de qué estoy haciendo acá + persevera y triunfarás. De un momento a otro, lo ví. Habían pasado algo de 45′ y Antonio se apiadó de nosotros, como dice la canción eclesiástica. Entre muecas, sonrisas, gesticulaciones y porfavores con las manos juntas, paró. Paró!! Paró!! Dale, corré!!

Casteret_3Y ahora… cómo se describe un sentimiento como ese? No sé… fué… atolondrado, único, inesperado y duradero. Nosotros fuimos rápidos, desesperados, felices y de la mano.
Una vez arriba de su camioneta F100 todo fue natural, como si del Tío Antonio se tratara. Desde mi lugar en el asiento trasero, veía la sonrisa pícara y cómplice de mi compañero, con la que nos decíamos: «Qué lindo sentimiento, alguien paró y nos lleva, te dije que iba a pasar». Nos dejó en la entrada a Tres Isletas, donde no había ni cruce ni nada, solo ruta y la entrada a la ciudad. Pero igual estábamos felices, gracias Antonio!!, fuiste nuestro primer e inolvidable autostop.

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Y así, esa misma mañana, pasamos por otras camionetas y autos, hasta que sucedió. El último vehículo del día, como no pudo haber sido de otra manera, fue un camión. 🙂 Fueron varias horas, por una ruta 16 poseada, tétrica y doble mano, hasta llegar a las 12 en punto de la noche a Joaquín V. González, Salta, nuestra primer parada oficial. Caímos rendidos y un poco mareados, en el único hotel de malamuerte que supusimos existía ahí. Nos recibió la humedad, con telarañas y todo un arsenal de insectos voladores revoloteando en la pequeña y humilde habitación. Hasta mañana… Chau, hasta mañana… Nos dormimos enseguida, no recordamos mucho, solo el dulce sabor del objetivo cumplido.

2 Comentarios

  • felicitaciones a los tres: Mariana, que en este caso es el vector. Nacho, fiel compañero de aventuras y el blog, contenedor con alma de página llena de letras como música, que vamos a escuchar con el tiempo. Sueñen, que es la herramienta imprescindible para el alma. Nos vemos en el próximo capítulo. Oscar.

  • Y en este humilde acto, doy por publicada la primer entrada del blog. A las 23:23 hs, del día martes 2 de diciembre del 2014. Me gusta esa fecha para tu cumple blog, bienvenido a nuestras vidas y buenas rutas.

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