Si hay algo que nos encanta de viajar es conocer los museos de cada ciudad que visitamos. En el último viaje que hicimos por latinoamérica nos encargamos de no perdernos de los más importantes o característicos. Sabiendo cual sería el próximo destino, era cuestión de googlear «museos de ….» y listo!, armar la lista de deseos. El tema es que viajando 6 meses y con un presupuesto ajustado, la visita a lugares que cobran el ingreso, se hace un poco cuesta arriba. Pero la necesidad de conocer es más grande que cualquier billetera y nos la fuimos ingeniando para lograr el ingreso por irtencambio a medida que el viaje avanzaba. No sólo a los museos, sino a Parques Nacionales, Reservas de animales, zoológicos, recintos, fincas y más.
Ni bien llegamos a Medellín, una ciudad que ofrece demasiado para hacer, supimos que era hora de ponernos a trabajar en la logística de los ingresos. No fue de un día para otro, pero lentamente aprendimos a contactarnos con los encargados de prensa, comunicación o directamente los dueños de cada lugar que queríamos visitar y solicitar de manera respetuosa los ingresos de cortesía o bien permisos de prensa. Al fín y al cabo, somos comunicadores. Entonces se fue simplificando… pero hay que decir que la primera vez fue raro y hasta un poco incómodo, sin ninguna acreditación de nada, con solo un sticker de 2x2cm que tímidamente pregonaba www.proyectoviajar.com, presentarnos en la recepción del Museo de Antioquía y solicitar ingresar, sin pagar la tarifa. Claro que dicho con otras palabras, porque si bien la idea es entrar gratuitamente, el fín es poder visitar TODOS los lugares que nos interesan sin desvariar el presupuesto y lograr un intercambio de mutuo beneficio promoviendo la visita al lugar en cuestión y dando a conocer espacios que a veces quedan al costado de algunos viajeros (palabras que fueron parte del primer mail de solicitud).
Entonces ahí estábamos, en fachas mochileras, cansados de caminar, con nuestra mochilita al hombro, la cámara colgada y una cara de primerizos entusiasmados tremenda. Al principio creo que no nos entendían muy bien, pero cuando llamaron al encargado, todo fluyó de maravillas: le contamos improvisadamente cual era la idea, completamos una pequeña carta con nuestros datos y el objetivo de la visita, y walá! teníamos nuestras credenciales de admisión; qué sensación única! Proyecto Viajar estaba creciendo. Este pequeño acto, abría un sinfín de posibilidades, no sólo para nosotros como viajeros, sino para poder compartir con nuestros lectores, experiencias de cualquier índole. Teníamos la llave del mundo en nuestras manos, sólo había que girarla.
En homenaje a ellos, los primeros que abrieron sus puertas a este proyecto cuando recién estaba en su amanecer, compartimos la experiencia de una visita imperdible, al museo más importante de Medellín y uno de los más conocidos de toda Colombia. De más está decir que nos trataron excelente y nos invitaron a visitar el museo cuantas veces quisiéramos. Otra vez, la hospitalidad colombiana se hacía presente.
El Museo
Ubicado en el centro de la ciudad, exactamente en la Carrera 52 # 52 – 43, frente a la Plaza Botero y en medio de uno de los puntos referenciales más concurridos de la ciudad, es un obligado en tu visita. Para llegar en Metro, tenés que bajarte en la estación Parque Berrío. También podés llegar al área en bus local y acceder por el Paseo Peatonal Carabobo. La tarifa para extranjeros es de Col. $18.000 (us$ 6) en Marzo 2016. Hacen 50% de descuento a estudiantes y mayores de 60 años. El horario de visita es de 10 am a 5.30 pm. El museo cuenta con 9 salas de exposiciones permanentes, sobre las que se destaca la del artista antioqueño Fernando Botero, con esculturas de pequeño y mediano formato, dibujos, acuarelas y pinturas de este orgullo colombiano.
Recorrimos las salas medio a las apuradas por lo enorme del museo y la cantidad de piezas que posee en sus colecciones. Nos tomamos más tiempo en Botero por cuestiones de gustos personales pero la verdad es que todo el museo merece ser recorrido con mucha paciencia. Lo mínimo serían 2 horas y el ideal unas 4-5 hs. A la salida te espera la Plaza para continuar recorriendo la ciudad desde otro lugar.
Queremos agradecerle al personal del Museo por el permiso y la predisposición a cooperar con la difusión del arte latinoamericano en medios no tan convencionales como este. Esperamos que muchos viajeros como nosotros los visiten y lleguen a conocer la colección más impresionante que vimos en Colombia. Nos vemos la próxima y gracias por el empujón! 🙂
*TODAS LAS FOTOGRAFÍAS USADAS EN ESTA PUBLICACIÓN FUERON TOMADAS DENTRO DEL MUSEO, CON UN PERMISO ESPECIAL, Y PERTENECEN A OBRAS DE ARTISTAS CUYOS DERECHOS DE DIFUSIÓN SON RESERVADOS. QUEDA PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.
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