Llegamos a Villazón literalmente corriendo. Se nos va el tren. Dale que podés, estos 350 monederos, más la ropa, la heladerita, no pesan tanto, es un toque, ya llegamos, dale, dale!! Había que meterle pata. Habíamos tirado los...
Llegamos a Villazón literalmente corriendo. Se nos va el tren. Dale que podés, estos 350 monederos, más la ropa, la heladerita, no pesan tanto, es un toque, ya llegamos, dale, dale!! Había que meterle pata. Habíamos tirado los...